Hoy aquí en Argentina, la noticia de las circunstancias
de la búsqueda de Alfonso Severo, testigo en la causa que investiga la muerte
de Marian Ferreyra, nos debe poner en alerta como sociedad. No queremos volver
a vivir otra situación que nos vuelva a demostrar que la IMPUNIDAD goza de
buena salud para servir y proteger a poderosos del poder político, económico, o
sindical.
Este entramado de Impunidad que es responsable de lo sucedido con
Julio López, y con la muerte de Ferreyra, tiene muchas aristas que se perciben
al ver a nuevos "enriquecidos" que resultan habitues de Puerto
Madero, al ver el contraste de ver cada vez a más personas resistiendo mes a
mes los embates de los precios. Los entramados de Impunidad reaccionan, cubren,
cuidan, ocultan, favorecen; son violentos simbólicamente y también llegan al
uso de la violencia física.
Estos entramados de Impunidad se
hacen visibles cuando la Verdad de las
cosas y de los hechos, tiende a salir a la luz para hacerse pública, y
allí, la Verdad jaquea y pone en peligro
a la impunidad, porque la desenmascara junto con sus amigos y beneficiados y su
entramado, y porque su presencia quita las vendas de los ojos de las personas, vendas creadas por
discursos y titulares que sólo son arengas para inflamar sentimentalismos
vacíos de profundidad racional y que sólo sirven para exacerbar los fanatismos
fundamentalistas.
Reclamamos como
sociedad la resolución de esta situación con la aparición de Alfonso Severo,
esperando que no sea una nueva víctima del entramado de corrupción e impunidad que anida aún en nuestro país a
pesar de los grandes discursos y los grandes titulares.
La Democracia se cuida, también,
no consintiendo la impunidad ni pública, ni privada; se la cuida participando,
expresándose, valorando la verdad y agudizando la conciencia crítica, y
declarándonos como sociedad toda, como adversarios de cualquier entramado de
Impunidad, porque la Impunidad es enemiga de la Democracia.
Carlos A. Riego.
04/10/2012