viernes, 24 de febrero de 2012

La Tragedia de Once, manifestación de nuestra cultura (*)


Reflexionaba sobre lo sucedido en Once pero ya no puntualmente sobre la empresa concesionaria, ni en el destino incierto de los subsidios, ni en la falta de controles, ni en las posturas fanáticas, ni en la corruptela, ni en los funcionarios públicos que trabajan para sí mismos. Por el contrario, estaba pensando más en lo que esto muestra del "nosotros", y recordé esa descripción cultural que se resume en la idea de "la viveza criolla" que implica mirar casi con admiración al deshonesto, al que zafa, al pillo, al piola, al que rápidamente se enriquece con maniobras fraudulentas  o con dineros públicos, esa viveza que implica que las leyes son para ser violadas, que enseña que tenemos derechos pero que no tenemos que aceptar las responsabilidades que implican, y que te inculca que esos son los ejemplos de un modelo de éxito que hay que imitar, y así pensé que la tragedia en Once hoy es un terrible ejemplo de lo que podemos esperar de esa idiosincrasia, de esa viveza criolla, ya que parece que algunos, por acción u omisión, crearon un entramado de factores teñidos de corrupción, desidia, miseria y desprecio por el otro humano, que tuvieron como resultado decenas de muertos y centenares de heridos en uno de los días más tristes que hemos de recordar. 
Ojalá como sociedad dejemos de admirar a estos sujetos y sus supuestos éxitos de progreso económico, pues nunca progresaremos como nación ni mejoraremos como pueblo si seguimos fomentando, pensando y consintiendo todo lo que implica esa mentalidad pues de ella, al final, sólo podemos esperar los resultados más tristes como los de Once.

Carlos A. Riego

(*) Carta de Lectores y de Opinión enviada a varios medios periodísticos a propósito de la Tragedia Ferroviaria ocurrida en Buenos Aires, en la estación de Once.