Argentina es un país maravilloso, pero el problema somos los argentinos, que no terminamos de entendernos.
De tanto en tanto nos gana “la dualidad”, ese berretín de pensar que el mundo argento sólo se divide en dos. Unitarios o federales; peronistas o antiperonistas; fachos o zurdos; oficialistas u opositores. Ese dualismo se trasladó, incluso, al comercio, como cuando viajábamos a comprar a Miami, o a Uruguayana, en Brasil, con “la tablita” de Martínez de Hoz en los 80, al grito de “déme dos”. Mientras tanto, acá teníamos centros de tortura ... y de esos tuvimos más que dos.
Pero en nuestras cabecitas locas aparece siempre la idea de que todo es “sólo dos”. Sé que algún día comprenderemos los argentos y argentas que el mundo del “sólo dos” deja afuera a muchos, porque el mundo es tan diverso como humanos habitan en él...
Ah, claro, ¿humanos dije? Eso, humanidad. Podríamos empezar a trabajar esa cualidad, digo. Como para arrancar y darnos cuenta de que podemos ser muchos más que simplemente dos, si empezamos desde uno.
Carlos A. Riego
(*) carta de lectores publicada en Diario Clarín.
Edición Impresa: Domingo 28/08/2011, pag 32.
Edición Digital: http://www.clarin.com/opinion/Dispuesto-escuchar_0_544145778.html
Excelente Reflexión de tu parte, como siempre pensando en un mundo mejor. No cambiás más, eh? que bueno! Saludos
ResponderEliminarFernando
Estimado Carlos. Muy buen comentario realizado. Debo felicitarte porque su simpleza refleja un gran trabajo de reflexión y pensamiento sobre uno de los problemas que culturalmente sufrimos en el mundo, no sólo en tu país.
ResponderEliminarGracias.
Un saludo desde España.
Dr. Eduardo S. Sánchez