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martes, 2 de noviembre de 2010

Carta de GANDHI a ADOLF HITLER, 1940

24 de diciembre de 1940

Algunos amigos me han instado a escribirle en nombre de la humanidad. Pero me he resistido a su petición, porque me parecía que una carta mía sería una impertinencia. Con todo, algo me dice que no tengo que calcular, y tengo que hacer mi llamamiento por todo lo que merezca la pena.

Está muy claro que es usted hoy la única persona en el mundo que puede impedir una guerra que podría reducir a la humanidad al estado salvaje. ¿Tiene usted que pagar ese precio por un objetivo, por muy digno que pueda parecerle? ¿Querrá escuchar el llamamiento de una persona que ha evitado deliberadamente el método de la guerra, no sin considerable éxito? De todos modos, cuento de antemano con su perdón sihe cometido un error al escribirle.

Yo no tengo enemigos. Mi ocupación en la vida durante los últimos treinta y tres años ha sido ganarme la amistad de toda la humanidad fraternizando con los seres humanos, sin tener en cuenta la raza, el color o la religión.

Espero que tenga usted el tiempo y el deseo de saber cómo considera sus actos una buena parte de la humanidad que vive bajo la influenciade esa doctrina de la amistad universal. Sus escritos y pronunciamientos y los de sus amigos y admiradores no dejan lugar adudas de que muchos de sus actos son monstruosos e impropios de la dignidad humana, especialmente en la estimación de personas que, como yo, creen en la amistad universal. Me refiero a actos como la humillación de Checoslovaquia, la violación de Polonia y el hundimiento de Dinamarca. Soy consciente de que su visión de la vida considera virtuosos tales actos de expoliación. Pero desde la infancia se nos ha enseñado a verlos como actos degradantes para la humanidad. Por eso no podemos desear el éxito de sus armas.

Pero la nuestra es una posición única. Resistimos al imperialismo británico no menos que al nazismo. Si hay alguna diferencia, será muy pequeña. Una quinta parte de la raza humana ha sido aplastada bajo la bota británica empleando medios que no superan el menor examen. Ahora bien, nuestra resistencia no significa daño para el pueblo británico. Tratamos de convertirlos, no de derrotarlos en el campo de batalla. La nuestra es una rebelión no armada contra el gobierno británico. Pero los convirtamos o no, estamos totalmente decididos a conseguir que su gobierno sea imposible mediante la no colaboración no violenta. Es un método invencible por naturaleza. Se basa en el conocimiento de que ningún expoliador puede lograr sus fines sin un cierto grado de colaboración, voluntaria u obligatoria, por parte de la víctima. Nuestros gobernantes pueden poseer nuestra tierra y nuestros cuerpos, pero no nuestras almas. Pueden tener lo primero sólo si destruyen por completo a todos los indios: hombres, mujeres y niños. Es cierto que no todos podrán llegar a tal grado de heroísmo, y que una buena dosis de temor puede doblegar la revolución; pero eso es irrelevante. Pues si en la India hay un número suficiente de hombres y mujeres que están dispuestos, sin ninguna mala voluntad contra los expoliadores, a entregar sus vidas antes que doblar la rodilla ante ellos, habrán mostrado el camino hacia la libertad de la tiranía de la violencia. Le pido que me crea cuando digo que encontrará usted un inesperado número de tales hombres y mujeres en la India. Durante los últimos veinte años han estado formándose para ello.

Durante el último medio siglo hemos estado intentando liberarnos del gobierno británico. El movimiento por la independencia no ha sido nunca tan fuerte como ahora. El Congreso Nacional Indio, que es la organización política más poderosa, está tratando de conseguir este fin. Hemos logrado un éxito muy apreciable por medio del esfuerzo no violento. Estamos buscando los medios correctos para combatir la violencia más organizada en el mundo, representada por el poder británico. Usted le ha desafiado. Ahora queda por ver cuál es el mejor organizado: el alemán o el británico. Sabemos lo que la bota británica significa para nosotros y las razas no europeas del mundo. Pero nunca desearíamos poner fin al gobierno británico con la ayuda de Alemania. En la no violencia hemos encontrado una fuerza que, si está organizada, sin duda alguna puede enfrentarse a una combinación de todas las fuerzas más violentas del mundo. En la técnica no violenta, como he dicho, no existe la derrota. Todo es «Vencer o morir» sin matar ni hacer daño. Se puede usar prácticamente sin dinero y, claro está, sin la ayuda de la ciencia de la destrucción que tanto han perfeccionado ustedes.

Me asombra que no perciba usted que esa ciencia no es monopolio de nadie. Si no son los ingleses, será otra potencia la que ciertamente mejorará el método y le vencerá con sus propias armas. Además, no está dejando a su pueblo un legado del que pueda sentirse orgulloso, pues no podrá sentirse orgulloso de recitar una larga lista de crueldades, por muy hábilmente que hayan sido planeadas.

Por consiguiente, apelo a usted, en nombre de la humanidad, para que detenga la guerra. No perderá nada si pone todos los asuntos en litigio entre usted y Gran Bretaña en manos de un tribunal internacional elegido de común acuerdo. Si tiene éxito en la guerra, ello no probará que usted tenía razón. Sólo probará que su poder dedestrucción era mayor. Por el contrario, una sentencia de un tribunal imparcial mostrará, en la medida en que es humanamente posible, cuál de las partes tenía razón.

Sabe que, no hace mucho tiempo, hice un llamamiento a todos los ingleses para que aceptaran mi método de resistencia no violenta. Lo hice porque los ingleses saben que soy un amigo, pese a ser un rebelde. Soy un desconocido para usted y para su pueblo. No tengo coraje suficiente para hacerle el llamamiento que hice a todos los ingleses, aunque se aplica con la misma fuerza a usted que a los británicos.

Durante esta estación, cuando los corazones de los pueblos deEuropa ansían la paz, hemos suspendido incluso nuestra pacífica lucha. ¿Es demasiado pedir que haga un esfuerzo por la paz en un tiempo que tal vez no signifique nada para usted personalmente, pero que tiene que significar mucho para los millones de europeos cuyo mudo grito de paz oigo, pues mis oídos pueden escuchar la voz de millones de personas mudas?



El gobierno británico no permitió que esta carta fuera enviada ni se hiciera pública

martes, 27 de octubre de 2009

"OBEDIENCIA AL LLAMADO DE LA VERDAD "

(de "Reflexiones sobre la verdad", Mahatma Gandhi)
La verdad, que es permanente, elude al historiador de eventos: la verdad trascien­de la historia.
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No me interesa en absoluto parecer co­herente. En mi camino en busca de la ver­dad, abandoné muchas ideas y aprendí muchas cosas nuevas. Soy viejo de cuer­po, pero no tengo la conciencia de haber parado de crecer interiormente, o que mi crecimiento cesará con la disolución de mi carne. Lo que me interesa es mi actitud de disposición a obedecer el llamado de la verdad, mi Dios, momento tras momento.
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Una convicción nueva viene apoderán­dose de mí. Todo lo que me resulta posible, le es posible inclusive a un niño: y tengo buenas razones para decirlo. Los instrumentos para procurar la verdad son a la vez sencillos y complicados. A una per­sona arrogante pueden resultarle inabor­dables. En cambio, no le plantean dificul­tad alguna a un niño inocente.
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Utiliza la verdad como si fuera tu yun­que, a la no violencia como tu martillo, y todo lo que no resista la prueba cuando sea llevado al yunque de la verdad y sea percutido con la no violencia, recházalo.
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Un acto que no es voluntario no puede considerarse como moral. Mientras uno ac­túe como una máquina, resulta imposible hablar de moralidad. Para decir que una ac­ción es moral, resulta preciso haberla lleva­do a cabo conscientemente y sabiendo que se trata de un deber. Toda acción que haya sido dictada por el miedo o por la violencia, deja de ser moral automáticamente.

martes, 23 de diciembre de 2008

FRASES de MAHATMA GHANDI.

"La fuerza no proviene de la capacidad física; proviene de una voluntad indomable." - (Young India, 11-8-‘20, p. 3)
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El hombre es un ser falible, que nunca puede estar seguro del camino que sigue. Quizá lo que considera una respuesta a sus plegarias sea únicamente un eco de su orgullo. Tener una conducta infalible supone gozar de un corazón perfectamente inocente, incapaz de hacer mal. En mi caso, no cabe sostener esa pretensión. La mía es un alma imperfecta que erra, lucha y se esfuerza. - (Young India, 25-9-'24, p.313)
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La espiritualidad no es conocer las escrituras y trabarse en discusiones filosóficas: es cultivar el corazón, es tener una fuerza inconmensurable. La intrepidez es el primer requisito de la espiritualidad. Los cobardes no son nunca morales. - (Young India, 13-10-'21, p. 323)
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Algo en mí que nunca me engaña me dice ahora: "Tienes que resistir contra el mundo entero aunque tengas que quedarte solo. Has de mirar al mundo a la cara aunque el mundo te mire con ojos inyectados en sangre. No te-mas. Confía en ese algo que mora en tu corazón y dice: Abandona amigos, esposa, todo, pero da testimonio de aquello por lo que has vivido y por lo que has de morir.” - (The Bombay Chronicle, 9-8-'42)
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El objetivo del servidor no-violento ha de ser siempre el convertir a los otros. Sin embargo, no puede esperar infinitamente. Al llegar al límite debe arriesgarse y concebir planes de un satyagraba activo, lo cual puede implicar la desobediencia civil y cosas por el estilo. - (Young India, 8-2-'30, p. 44)
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"No me gusta la palabra tolerancia pero no puedo pensar una mejor. La tolerancia podría implicar la pretensión gratuita de que las otras creencias son inferiores a la propia, al paso que el ahimsa (no-violencia; amor) nos enseña a tener por la fe religiosa de los demás el mismo respeto que le acordamos a la nuestra, admitiendo así la imperfección de esta última. El buscador de la Verdad, que sigue la ley del Amor, admitirá eso prontamente.

Si logramos la visión total de la Verdad, ya no seremos meros buscadores de la Verdad sino que nos uniremos a Dios porque la Verdad es Dios. Pero como aún solo somos gente que ansía la Verdad debemos proseguir nuestra búsqueda, conscientes de nuestra imperfección.

No hemos aprehendido la religión en su máxima perfección así como no hemos aprehendido a Dios. La religión que concebimos, al ser imperfecta, estará siempre sujeta a un proceso de evolución y reinterpretación.

El progreso hacia la Verdad, hacia Dios, se hace posible sólo a través de esa evolución. Y si todas las creencias que los hombres delinean son imperfectas, no cabe el problema de los méritos comparativos.

Todas las creencias constituyen una revelación de la Verdad, pero todas son imperfectas y están sujetas a error. La reverencia que nos merecen las religiones no debe cegarnos a sus defectos. Asimismo, debemos ser agudamente sensibles a los errores de nuestra fe, no para dejarlos tal como están sino para tratar de superarlos. Observando las religiones con ojo imparcial no sólo no debemos vacilar en incorporar a nuestra fe los rasgos aceptables de las otras creencias sino, por el contrario, pensar que ése es nuestro deber.

Tal como un árbol tiene un sólo tronco y muchas ramas y hojas, existe una sola religión perfecta y verdadera que se multiplica en una diversidad al pasar a través de la mediación humana. Esa Religión única está más allá de las palabras. Hombres imperfectos la pusieron en el lenguaje que manejaban y sus palabras son interpretadas por otros hombres igualmente imperfectos. ¿Cuál de las interpretaciones habremos de sostener que es la correcta? Cala uno está en lo cierto desde su punto de vista pero no es imposible que todos estén equivocados. Tal es la razón de que sea necesaria la tolerancia, que no significa indiferencia por la propia religión sino un amor más puro e inteligente por ella. La tolerancia nos brinda la percepción espiritual que está tan lejos del fanatismo coma el polo norte lo está del sur".
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Permitidme explicar lo que entiendo por religión. No se trata de la religión hinduista, a la que sin duda estimo por sobre todas las otras religiones, sino de la religión que trasciende al hinduismo: la que transforma nuestra naturaleza, la que nos une indisolublemente a la verdad cuya presencia y mediación purifican. Es el elemento permanente de la naturaleza humana, al que no resulta demasiado oneroso llevar a su expresión completa. Ese elemento mantendrá al alma enteramente desasosegada hasta el momento en que se encuentre a sí misma, conozca a su Hacedor y aprecie la, verdadera correspondencia que existe entre sí misma y el Hacedor. - (Young India, 12-5-'20, p. 2)